sábado, 3 de abril de 2010

PARA LOS AMANTES DE LOS GATOS!!!
















IMAGENES DEL DIA
















Recomendaciones para los “CACHORREROS”

A diferencia de la creencia, de que un cachorro desarrollará normalmente su comportamiento sin mediar más que el afecto y buenos tratos, debemos conocer cuáles son las etapas del desarrollo, cuáles los aprendizajes de base, los riesgos y cómo prevenirlos. Es importante respetar las necesidades de la especie con la que convivimos y para eso debemos conocer cuales son.
En los primeros cuatro meses de vida el sistema nervioso e inmunológico están en plena maduración. Y, en este aspecto, existe un viejo dilema profesional: si se justifica el aislamiento hasta el fin de la vacunación o al revés, porque el sistema nervioso adquiere las capacidades para adaptarse al medio donde el animal deberá vivir.
Un correcto manejo previene la aparición de problemas de conducta. Muchas de las creencias son erradas y en ocasiones se pierde un tiempo precioso para corregir los problemas al inicio.
Período de socialización
Este período es particularmente importante. Desde los 21 días hasta la adopción amerita un correcto manejo del criador y a partir de la adopción, es el propietario el encargado de lograr facilitar los aprendizajes necesarios.
En este momento, el cachorro presenta sobresaltos cuando hay ruidos.
De 7-8 semanas hasta los 3 meses

En este período es donde adoptamos nuestra mascota.:
El cachorro correctamente vacunado, debe salir hacia los lugares que encontrará una vez adulto. Debemos conocer la vacuna aplicada con sello y firma del médico veterinario.
Si se plantea el dilema de sacarlo o no, la recomendación es hacerlo a lugares de bajo riesgo de enfermedades infecciosas tratando de tenerlo en brazos, o en lugares de poco transito de animales.

Otros detalles a tener en cuenta
-Primero, caminar en calle tranquila y después en calle ruidosa
-Visite un mercado público
-Visite de una estación de tren o de micros.
-Sácalo en autos.
-Encuéntrese con personas de diferentes tipos.
-Haga encuentros con cachorros y perros adultos.
-Realice encuentros asiduos con otras especies animales: gatos, aves, animales de granja.

El cachorro debe ser educado para
1- La inhibición de la mordida. Debe parar de morder si la persona mordida o el cachorro mordido grita. Si éste no es el caso, hay que castigar la mordida con un ruido, aplauso, pellizco a nivel del cuello, del masetero o de la oreja.
2- La capacidad para adoptar una postura de sumisión o de apaciguamiento (acostado sobre el abdomen o el dorso, inmóvil) en caso de conflicto con un adulto.

ENFERMEDADES DE LA CAVIDAD BUCAL


En ocasiones nuestras mascotas sufren enfermedades de curso crónico que podemos prevenir fácilmente.
Un ejemplo son las enfermedades de la cavidad bucal que observamos cuando ya está instaurada la patología y podemos prevenir fácilmente, como la Enfermedad Periodontal, muy frecuente en felinos, que también se presenta en los caninos.
Esta patología afecta tanto a la encía como los dientes.En primera instancia se deposita lo que denominamos placa dental, que es un complejo de glucoproteinas, bacterias y células muertas, al que se suma el calcio y forma el característico sarro de los dientes. Una vez que se forma este sarro se contacta con el borde de la encía y esta última se inflama produciendo lo que se denomina gingivitis marginal. Este proceso continua inflamando la encía y retirándola paulatinamente y quitándole sostén la pieza dental, sucesivamente se acumula mas sarro y nos damos cuenta de este proceso por el mal olor o porque simplemente nuestro gato no come o lo hace con dificultad.
No debemos dejarlo llegar a este ultimo estadio y para eso hay que prevenir. Porque, si bien no podremos curar la enfermedad periodontal, sí debemos controlarla para que no avance.
Para prevenirla debemos acostumbrar a nuestra mascota a una limpieza por lo menos semanal con cepillo blando o solamente con nuestro dedo y una solución de clorexidina al 2 %.
Si la enfermedad periodontal ya está instalada se procede a realizar una limpieza oral manual o ultrasónica con el posterior pulido de la pieza dental, luego continuamos con la limpieza, por lo menos semanalmente, con cepillo blando o simplemente con el dedo, como ya hemos dicho. Luego, hay que controlar al paciente cada seis meses.
Si la gingivitis continua se debe descartar otras patologías que consultaremos con nuestro médico veterinario de confianza.

Examen coproparasitológico

En algunas ocasiones nuestras mascotas sufren enfermedades de curso crónico que podemos prevenir fácilmente.
Un ejemplo de lo dicho son las parasitósis internas, que son trasmitidos desde la lactancia y que se contagian de otras maneras durante toda la vida de nuestra mascota, produciendo diferentes síntomas.
La mayoría de los helmintos y algunos protozoarios se localizan en el tracto gastrointestinal, por lo cual el examen parasicológico de materia fecal permitirá identificarlos y así poder tomar medidas profilácticas y terapéuticas en el animal.
Es importante que la toma de muestra sea realizada en forma correcta siguiendo las recomendaciones del médico veterinario y en envase hermético, limpio y con la solución apropiada para su conservación.
Las muestras deben ser tomadas frescas y solo una pequeña cantidad de cada deposición durante 4 días seguidos. Es importante destacar que los huevos de los parásitos sufren cambios rápidos y algunos protozoarios cambios en su movilidad disminuyendo la probabilidad de su observación.
Se deben poner en el frasco conservador los datos del animal, propietario, fecha de las tomas de las muestras, tratamiento y cualquier otra información importante como la presencia de sangre en la materia fecal, moco o parásitos observados.
En el caso de que el animal esté enfermo, hay que aclarar los síntomas y medicaciones administradas, así como el tiempo de convalecencia. Recordemos que algunas parasitosis son enfermedades zoonoticas, las pueden trasmitir los animales al hombre, por lo cual debemos tener especial cuidado para realizarlo y saber qué tipo de especie de parásito afecta nuestra mascota e indicarle el antiparasitario preciso para esa determinada especie.
Existen muchas formulaciones de productos antiparasitarios en forma de pastillas, pastillas palatables (con sabor), pipetas y pasta con gusto, estas dos ultimas son preferibles en el caso de gatos o mascotas que no traguen fácilmente las pastillas.

LEISMANIOSIS

La leishmaniosis canina es una enfermedad parasitaria, grave en el perro, causada por un parásito(protozoo microscòpico) denominado LEISHMANIA.
El primer síntoma clínico más habitual es la perdida de pelo, sobre todo alrededor de los ojos, orejas y nariz. Según la enfermedad va avanzando, el perro pierde peso aunque no el apetito. Son habituales las heridas en la piel, especialmente en la cabeza y en las patas, en las áreas donde el perro está en contacto con el suelo al tumbarse o sentarse. Cuando el cuadro se vuelve crónico, éste se complica observàndose en muchos casos síntomas relacionados con la insuficiencia renal.
La enfermedad no distingue ni entre sexos ni entre razas de perros.
Entre otros lugares geograficos, la leishmaniosis canina aparece principal mente en muchos países de América Latina y en todos los países de la región mediterranea, incluyendo Portugal, España, Francia, Italia, Malta, Grecia, Turquía, Israel, Egipto, Libia, Túnez, Argelia y Marruecos.
La leishmaniosis canina es una enfermedad grave, incluso mortal para tu perro, en nuestro país la zona del norte es la más afectada.
Esta enfermedad se transmite a través de un mosquito, llamado flebotomo. De ahí que, si hay mosquitos, hay riesgo de contagio.
Si tu perro no recibe protección alguna, el riesgo de contagio varía de un 3% a 18% según la zona.
El riesgo siempre aumenta si tu perro permanece en zonas mas rurales y periurbanas, en regiones cálidas del país y si esta fuera de casa al anochecer.
En caso que pienses que tu perro padece de leismaniosis, visita a tu veterinario quien realzará una prueba analítica mediante una muestra de sangre.
El periodo de incubación puede variar entre 3 meses y 18 meses. De forma excepcional, la enfermedad puede permanecer en latencia durante varios años. Algunos perros son resistentes y, aunque reciban picaduras de los flebotomos, nunca mostrarán síntomas de la enfermedad siempre y cuando estén correctamente alimentados y no estén sometidos a estres. Esta resistencia, probablemente, esta determinada genéticamente.
El perro enfermo requiere atención veterinaria el resto de su vida. El tratamiento de la leishmaniosis canina es caro y de por vida.
Si observas los síntomas clínicos o sospechas de que tu perro ha sido infestado, llevalo a la clínica veterinaria para realizar una prueba serologìca. El tratamiento sera mas exitoso si se inicia en las primeras fases de la enfermedad.
La leishmaniosis canina se puede tratar, pero no curar. El tratamiento solamente suprime los síntomas y no impedirá que tu perro tenga una recaída posterior.
Un tratamiento puede durar varias semanas, pero el parásito siempre permanecerá en el perro. Hasta el final de la vida del perro, periódicamente los síntomas pueden volver a aparecer y se tiene que repetir el tratamiento. Como entenderás la mejor opción para proteger a tu perro es la prevenciòn. Todavía no existen vacunas que los protea. Hoy en día la mayor eficacia consigues con repelentes, por ejemplo el collar scalibur del laboratorio Intervet. Otra medida de resguardar lo de los mosquitos al anochecer.